TÉCNICAS A TENER EN CUENTA



Introducción

El socorrista, al enfrentarse a un accidentado o enfermo grave, debe evitar que las lesiones existentes empeoren o que con su accionar se originen otras nuevas. Para lograr este objetivo, es necesario garantizar un adecuado transporte desde el área de impacto a un lugar seguro para su evaluación y estabilización; utilizar diferentes elementos como gasa, pañuelos, telas, sillas, camillas, tablas, etc. los que permiten vendar e inmovilizar las distintas lesiones encontradas; en este capítulo describiremos las principales técnicas de estos tres aspectos.
VENDAJES
Los vendajes son procedimientos que tienen como objetivo cubrir con una venda, una zona lesionada (heridas, quemaduras, etc.), también sirven para sostener una parte del cuerpo (Ej. Fracturas, luxaciones).
Venda: Es una porción de gasa, tela o cualquier otro material que pueda utilizarse para los fines antes mencionados; por lo general, las vendas son de dos tipos fundamentales: Las triangulares y enrolladas. Las “curitas” son pequeñas vendas adhesivas.
Las vendas triangulares llevan su nombre por la forma, generalmente son de tela resistente o lienzo y su tamaño varía de acuerdo con el sitio a vendar. En ocasiones el que presta primeros auxilios se ve obligado a usar el pañuelo triangular debido a la comodidad y rapidez de su uso.
Las enrolladas son hechas de varios materiales como algodón, elástico, semielástico, tela, gasa y otros como la de yeso. El material más usado es la gasa porque tiene la ventaja de ser fresca, porosa, suave y fuerte.
Funciones de los vendajes
• Para fijar el material de curación sobre la herida y así evitar la entrada de gérmenes a esta.
• Para producir compresión sobre la herida y tratar de detener una hemorragia.
• Para limitar el movimiento de alguna articulación o de un miembro lesionado.
• Para abrigar distintas partes del cuerpo.
• Para mantener fijas las férulas (tablillas) colocadas en algún miembro.
• Para efectuar tracciones continuas en ciertos tipos de fracturas (Ej. Fémur).
• Para comprimir suavemente las várices de los miembros inferiores (aquí se utilizan vendas elásticas). Principios generales para la aplicación de la venda enrollada
• La parte que se va a vendar debe colocarse en una posición cómoda.
• Elegir un tipo seguro y sencillo de vendaje (el que más convenga al caso, a las circunstancias y a la región a vendar).
• El operador, salvo en muy pocas excepciones, se colocará frente a la región del cuerpo que se va a vendar.
• El cabo inicial debe fijarse con unas vueltas (dos o tres) circulares, con lo que se dará comienzo al vendaje.
• La dirección seguida por la venda debe ser siempre de izquierda a derecha, salvo contraindicaciones.
• El vendaje debe iniciarse en la parte distal de los miembros para dirigirse a la porción proximal.
• Las vueltas y entrecruzamientos de la venda deben quedar perfectamente adaptados a la forma de la región.
• Revise los dedos de manos o pies cada 10 min. para ver si cambian de color (pálidos o azulados), temperatura (fríos), o si el paciente tiene hormigueo o pérdida de la sensibilidad.
• Pregunte al paciente, si el vendaje no lo comprime mucho.
• Es conveniente cubrir las eminencias óseas con algodón, antes de aplicar el vendaje.
Principales formas de aplicación de la venda enrollada
Vendaje circular: Se realiza envolviendo un segmento a manera de anillo. Se utiliza para sostener un apósito en una región cilíndrica del cuerpo
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Vendaje en espiral: Se emplea una venda elástica o semielástica porque se puede adaptar a la zona que se va a vendar, se utiliza para sujetar gasas, apósitos o férulas en brazos, mano, el vendaje desde la parte más distal en dirección a la circulación muslo y piernas. Método: Seleccione el tamaño adecuado, inicie venosa, coloque la punta de la venda en forma oblicua en relación ella para sujetar la punta doblada, las vueltas de la venda ascienden con el eje longitudinal del miembro y dé una vuelta, doble la parte saliente de la punta sobre la venda y dé otra vuelta sobre un gancho en espiral, de tal manera, que cada vuelta cubra dos tercios de la vuelta anterior, luego fije la punta con un nudo, esparadrapo o un gancho.
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Vendaje en espiral con inverso: Se emplea para sujetar apósitos o hacer presión; generalmente empleado cuando la venda no es elástica para que se adapte a la región del cuerpo. Método: Similar procedimiento al anterior pero la venda se dobla con ayuda de un dedo de forma tal que la cara interna de la venda pase a la externa, igual efecto se logra al realizar un movimiento de torsión a la venda sobre el eje transversal, en cada vuelta haga el inverso en la misma zona para que queden en línea, al terminar, dé una vuelta circular y sujete el cabo terminal
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Vendaje en ocho: Esta técnica se aplica en las articulaciones (tobillos, rodilla, codo, etc.). Útil para sujetar apósitos e inmovilizar. Método: Dé una vuelta circular al inicio, seguida de un cruce de la venda en forma de ocho, puede terminar con otra vuelta circular.
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Inmovilización
 Uno de los elementos más importantes en el manejo de las lesiones óseas (fracturas, luxaciones), de partes blandas (heridas, contusiones) y de las articulaciones (esguince) es la inmovilización firme e ininterrumpida de las áreas correspondientes. Ya, al explicar las técnicas para vendajes, se incorporaron algunos conceptos y modos de inmovilizar, lo cual se perfecciona si utilizamos métodos manuales o con aditamentos. 
¿Qué se logra al inmovilizar una lesión?. 
• Alivio del dolor, ello también previene el shock. 
• Se evita incrementar el daño a los tejidos cercanos a ella, al reducir el movimiento de los extremos de los huesos que ahora tienen una superficie irregular. 
• Disminuir el sangramiento (se forma un coágulo en el sitio de la lesión). 
Formas de inmovilizar 
Para la inmovilización de urgencia en el sitio de producida la lesión, básicamente se utilizan dos variantes, podemos utilizar las manos o diversos aditamentos: 
INMOVILIZACIÓN MANUAL.
 • FÉRULAS (objetos duros que sirven para limitar los movimientos) y materiales que sirven para sujetar las férulas (Ej. Vendajes con gasa, pañuelos, cinto, soga, corbata). Estos medios pueden ser rígidos (madera, metal, plástico, inflables, etc.) o moldeables (férula y camilla de vacío, almohadas, colchas, rejillas de alambre, etc.). •
 INMOVILIZACIÓN POR ADOSAMIENTO (Ej. Cabestrillo). 
Principios básicos para las inmovilizaciones 
• Mantener las líneas y ejes del cuerpo. 
• Mantener las articulaciones en posición funcional. 
• Acolchar o almohadillar en los sitios donde las eminencias óseas se ponen en contacto con la férula. 
• No tratar de reducir fracturas en el sitio del accidente. 
• En fracturas de huesos por su parte central, inmovilice al menos una articulación por encima y una por debajo. 
• Inmovilice el hueso que está por encima y por debajo de la lesión, si hay fracturas en articulaciones. 
• La venda no debe estar ni muy apretada ni muy floja. 
• Si existe una herida, cúbrala con un apósito estéril antes de colocar la férula y no anude sobre ella. 
• Utilice el tipo de vendaje recomendado para cada área del cuerpo: 
 - HOMBRO: Discretamente hacia fuera y delante.
- CODO: Formando un ángulo recto.
 - ANTEBRAZO: Las lesiones del tercio superior se inmovilizan con el miembro hacia arriba, las del tercio medio en posición intermedia y las del inferior hacia abajo.
 - MUÑECA: En discreta extensión (posición de agarrar). 
- DEDOS DE LA MANO: En flexión, con el dedo pulgar en oponencia. 
- CADERA: El miembro discretamente hacia fuera, en extensión y con los dedos del pie hacia arriba.
 - RODILLA: En el inicio de la flexión (cinco grados). 
- TOBILLO: En ángulo recto del pie con la pierna.

Inmovilización de la columna vertebral 
Principios para el manejo de un traumatismo de columna: 
• Efectúe inmovilización manual alineada.
 • Evalúe y resuelva el ABCD de la resucitación. 
• Concluya la revisión sistemática total y valore la respuesta al movimiento, trastornos de la sensibilidad o la circulación en las extremidades. 
• Inmovilice el tronco. 
• Coloque almohadillamiento debajo de la cabeza (y del tronco en el niño). • Inmovilice la cabeza. • Inmovilice las piernas y los brazos.
 • Reevalúe el ABCD y traslade. 
Inmovilización manual de la columna cervical.
 Para inmovilizar la columna cervical existen varias técnicas, en dependencia de donde esté situado el socorrista y la posición y estado del lesionado. Está contraindicado llevar la cabeza a la posición neutral alineada si: 
• Existe contractura o dolor de los músculos del cuello. 
• La maniobra compromete la vía aérea o la ventilación. 
• Desencadena o empeora trastornos neurológicos (hormigueo, calambres, parálisis) o dolor. 
Variantes de inmovilización. 
Paciente acostado, rescatador detrás de la cabeza de la víctima: 
El socorrista puede colocarse de dos formas, en la primera, se acuesta boca abajo, con los codos apoyados en el suelo y las manos en la posición indicada, en la segunda, el socorrista de rodillas (ambas en el suelo) sostiene la cabeza con sus manos y apoya los codos sobre sus muslos.
 La víctima se coloca alineada, y el socorrista coloca los pulgares justamente por el borde inferior de los huesos malares a cada lado de la cabeza, los meñiques se ubican sobre la parte posterior baja de la cabeza (prominencias occipitales), los restantes dedos se separan y comprimen la cabeza para limitar los movimientos de flexión, extensión y lateralización de la cabeza.
Una vez inmovilizada la columna, un segundo socorrista puede abrir la vía aérea y realizar el ABC.
Inmovilización de la columna con tabla espinal larga.
Es una forma de inmovilización muy efectiva, que permite un traslado seguro y con un mínimo de socorristas. Para colocar la tabla, las correas (tórax, abdomen al nivel de las crestas ilíacas, muslos, tobillos, cabeza y mentón) deben estar sueltas y listas.
Coloque al paciente boca arriba, alineado, los brazos al lado del cuerpo, con la palma de las manos hacia adentro. 
Socorrista No 1: Si no está contraindicado, mueve la cabeza a la posición neutral alineada, pero mantiene todo el tiempo la inmovilización manual del cuello. Dirige los movimientos con el paciente y está siempre atento a las maniobras para poder mantener la alineación sin virar el cuello.
 Socorrista No 2:Coloca el collarín cervical. 
Socorrista No 2 y 3: Se ubican a un lado de la víctima, uno la sostiene por los hombros y muñeca y el otro por la cadera y los tobillos. Para trasladar al paciente sobre la tabla espinal, giran en bloque a la víctima sobre el lado donde se ubicaron ambos socorristas.
Socorrista No 4: Ubicado de frente a los socorristas 2 y 3, coloca la tabla bajo la espalda y luego a una orden del socorrista No. 1, acuestan al lesionado en el centro de la tabla 
Inmovilización de los brazos. 
Por seguridad, los brazos deben ser sujetados a la tabla antes de mover al paciente, las palmas de las manos hacia adentro (pegadas al cuerpo), sujetados con una correa sobre los antebrazos
Férula de tracción para miembros inferiores
Es un dispositivo que se utiliza para inmovilizar las fracturas de las piernas
Un socorrista sujeta la extremidad lesionada, mientras el otro coloca la férula (tome su medida por el miembro no lesionado), el anillo superior acolchado se acomoda de forma precisa bajo las nalgas, dos de las correas de fijación deben quedar por encima de la rodilla y dos por debajo de ésta. 
Se corta y retira la ropa para exponer el sitio lesionado y curar las heridas; se levanta suavemente la extremidad manteniéndola sujeta y traccionada, luego se desliza la férula por debajo de la extremidad y se ajusta el anillo superior acolchado. 
Deposite suavemente la pierna sobre la férula y fije la correa de la abrazadera del tobillo al gancho de tracción, aplique ligera tracción a la pierna girando el cabestrante hasta que la extremidad se considere estable o si la víctima está consciente, hasta que sienta alivio del dolor y el espasmo. Reevalúe pulsos y coloración de los dedos. Amarre el resto de las correas sin apretar demasiado.
Traslado de pacientes No siempre es posible brindar asistencia médica en el sitio donde se produce una emergencia; por ello, es necesario el traslado a otro sitio (fuera del escenario o a centros de salud) donde las condiciones sean más adecuadas o donde no exista peligro para el socorrista o la víctima. El traslado de enfermos debe realizarse con todas las condiciones que garanticen la estabilidad y se deben utilizar los vehículos y medios adecuados. Mueva a la persona sólo cuando sea absolutamente necesario, pues ello puede empeorar lesiones existentes.
Para el traslado de pacientes, debemos tener en cuenta dos situaciones:
El transporte desde el sitio del evento hasta un lugar seguro para su evaluación y manejo y su evacuación hacia los centros de salud, incluidos los hospitales.
Transporte en el sitio del evento En este transporte casi siempre participan socorristas, los cuales de forma individual o colectiva, pueden utilizar algunos medios como amillas, sillas, etc. Siempre es necesario tener en cuenta la seguridad del escenario (tanto para la víctima como para el rescatador), el estado físico y psíquico de los individuos y las posibilidades de ayuda a corto o mediano plazo. Son varias las técnicas empleadas para este fin: Traslado sin medios. • Arrastre. • Soporte o “muleta humana”. • Cargue en brazos. • Cargue de bombero. • Silla de dos y de cuatro manos. • Técnica de tres o cuatro socorristas. • Extracción desde un auto por un socorrista. Traslado con medios. • Con ayuda de una frazada o sábana. • Transporte en silla. • Camillas (de madera, lona o metal, de rescate tipo Miller, de vacío, improvisadas con colchas, etc.). • Extracción rápida con tabla espinal larga.
Arrastre. Se utiliza cuando es necesario retirar la víctima del área de peligro (distancia no mayor de 10 metros) y el socorrista está solo. Nunca utilizar si el terreno es irregular y peligroso (vidrios, escaleras,fuego)
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Existen varios métodos: Puede colocar los brazos del paciente sobre el tórax, el socorrista se coloca detrás de la cabeza, coloca sus brazos debajo de los hombros de la víctima, sostiene entre ellos su cuello y cabeza y la arrastra por el suelo. Si tiene que mover una persona lesionada, puede arrastrarla halándole la ropa por la zona alrededor del cuello u hombro (debe antes desabrocharla)
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Soporte o “muleta humana”. Se utiliza cuando la persona tiene gran debilidad o lesiones de los miembros inferiores (no emplear si shock o lesión de la columna vertebral). Colóquese junto al lado lesionado del paciente, tome el brazo más cercano a usted y páselo alrededor de su cuello y sosténgale la mano. Pase su brazo alrededor de la víctima, sosténgala firmemente y caminen despacio (si hay un miembro lesionado, el enfermo puede dar pequeños saltos con la pierna sana).

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Cargue en brazos. Útil para personas de bajo peso (niños) y sin sospecha de lesión de la columna. Pase un brazo por debajo de los muslos del paciente, coloque el otro alrededor del tronco, por encima de la cintura y levántela.

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Cargue de bombero. Se utiliza también para víctimas pequeñas que no tengan lesión de la columna vertebral, esta técnica permite el traslado a distancias mayores.
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Silla de dos y de cuatro manos. Sirve para transportar personas conscientes y sin lesión de la columna, en ambas se necesita de dos socorristas. Colóquese detrás del paciente con una rodilla en tierra, entrecrucen ambas manos y orienten a la víctima que se siente sobre las manos entrecruzadas y coloque sus brazos alrededor de sus cuellos, levántense y caminen lentamente iniciando la marcha con el pie que está lejos del lesionado. Para la silla de dos manos el procedimiento es similar, pero los socorristas deben ponerse frente a frente, cada uno entrecruza un brazo pero por separado de forma tal que uno quede por debajo de la cadera y el otro por detrás (espalda) de la víctima.

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Traslado entre tres o cuatro socorristas. Para movilizar un herido hacia la camilla (esta debe ir hacia él y no al revés), el lesionado debe sostenerse por, al menos, seis puntos de apoyo: • Un punto bajo el conjunto cabeza y nuca. • De 3 a 5 puntos bajo el tronco. • Dos puntos debajo de los miembros inferiores.
Con ayuda de tres socorristas Coloquen la víctima en posición neutral alineada, boca arriba con los brazos sobre el tronco. Colóquense a un lado de la víctima y arrodíllense. Socorrista 1: Pasa un brazo por debajo de la cabeza hasta el hombro y el otro por la parte inferior de los hombros. Socorrista 2: Pasa un brazo por la cintura y el otro por debajo de la parte inferior de los glúteos. Socorrista 3: Coloca uno de sus brazos por debajo de las rodillas y el otro por debajo de los tobillos. A una orden, levántenla y colóquenla en línea recta sobre sus rodillas, a una segunda orden, pónganse en pie y acérquenla hacia sus cuerpos. Caminen lentamente iniciando la marcha con el pie izquierdo.
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Transporte en silla. Con alguno de los procedimientos manuales, levante la víctima, siéntela en una silla y asegúrenla a ella mediante un cinturón a nivel del tórax de forma tal que no se caiga. Para levantar la silla, inclínenla hacia detrás para que la espalda del paciente quede contra el espaldar, a una orden, levanten la silla y caminen lentamente.
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